Dos años sin Bulldog
Bulldog, te seguimos recordando, esperando que en pocos meses podamos dedicarte un cambio de gobierno, tan necesario para nuestro amado país.
Un abrazo, allá donde estés.
Hoy hace calor. Ya llega el estío.
Siento el dolor de unas manos calladas
y el cariño apagado de almas pasadas.
Hoy hace calor. Y aún tengo frío.
Echo en falta el tiempo y lo que fue mío.
Las bromas, los chistes, las risotadas.
El timbre ténue de las campanadas.
Las caricias son como agua de río.
Refrescan tanto y te dejan vacío.
El fuego del alma nunca se pierde.
Es como el lento tictac de un reloj.
Un murmullo vital, amigo mío,
un ruiseñor que cantando te muerde.
Te echamos tanto de menos, Bulldog.
Miro al cielo a través de mi ventana.
Pienso en las cosas que hacen vivir.
Los amigos, el amor, sonreír...
Miro al cielo al despertar de mañana
y sueño, con esa inocencia vana
que dan los años aún por venir.
Miro al cielo, y el sol al refulgir
me despierta con canto de campana.
Bajo la vista y descubro quién soy:
un soñador con el alma encendida,
un pensamiento de infinito azul.
Respiro. Hoy seguirá siendo hoy.
Y con un hola saludo a la vida
con nostalgia de tu persona, Bull.
Bueno pues… hace unos días que Chesk me habló de esto, y me preguntó si quería participar, “no sabría que decir, yo no conocí a Bulldog”, fue mi respuesta. Pero como es habitual en mí (tarde, mal y poco) he pensado que podría ser interesante saber como le veíamos los que no llegamos a conocerle.
La verdad es que desde mis primeros días por los foros AZP, cuando leía sin participar, empecé a tener “favoritos”, uno de esos, sin duda, fue Bulldog. Siempre acertado, siempre adecuado en sus palabras, y diciendo verdades como puños. Me hace gracia pensar que me daba algo de miedo, me lo imaginaba discutiendo con esa carga de razón que siempre llevaba, y con cara de perro lleno de dientes afilados… pero ese miedo y admiración se fue truncando en respeto y casi devoción por todo lo que escribía, mezclando un excelente humor, una eterna serenidad, y la seguridad que da la razón.
El tiempo que coincidimos en los foros, apenas cruzamos más que un par de post. En uno se hablaba sobre declaraciones de hacienda, y comentando que yo pagaba y a él le devolvían, empezamos a bromear cuando le pedí matrimonio, de forma que al hacerla conjunta tuviera que pagar menos, y comentamos los problemas que podía tener, pues quien se vestía de novia y quien de chaqué, si habría dos madrinas, quien tiraba el ramo, etc; el caso es que acabamos desistiendo ante los problemas que presentaba la boda.
En otra ocasión, al hilo de un troll que se quejaba de la hipocresía de los católicos, me pidió una viñeta sobre el tema, que fue esta:
Supongo que esto le convierte en uno de los culpables de que siga haciéndolas, y aun sin apenas haberle conocido, se lo agradezco enormemente, y espero que si puede verlas, sigan gustándole. Siempre he pensado que estamos aquí para ayudar a los demás, y para hacer felices al resto, y por eso creo que la mejor manera de honrar la memoria de alguien que dedico su vida a cumplir su misión, es haciendo que esta se siga cumpliendo, y continuarla.
Así que esta va por Bull, dedicada a ZP y sus acólitos:
Vale, entonces prueba en este otro link
http://www.generaloptica.es
En realidad, al que había baneado de verdad era a Bulldog. El trollete pesado, insoportable y cansino, era vecino de él por lo que aparecían con la misma IP en el recién estrenado servidor de GR. Este suceso, provocó que amigos como Reagan, Camara, Draco y demás compañeros estuvieran haciendo suposiciones maliciosas sobre si yo lo había hecho a conciencia, o simplemente fue un error.
A día de hoy, a más de uno nos sigue saliendo una sonrisa en los labios cuando nos acordamos de ese sábado 13 de noviembre del 2004. A mí la primera.
No me creo con derecho, y por eso escribo con miedo, escribo con tristeza, pero sobretodo escribo con respeto. No sólo por Bulldog, si no más por aquellos que tuvieron la suerte de compartir con él su vida o al menos una parte de ella. Digo esto, porque no compartí casi nada con Bulldog, y le he conocido más de forma póstuma que cuando estaba en vida, pero porque precisamente, me parece vital e importante que me haya influido, aún sin haber hablado directamente conmigo, le quiero dedicar unas palabras.
Según mi filosofía de vida, cada uno de nosotros, es de importancia vital, pues simplemente con nuestra forma de ser "marcamos" la vida de aquellos que nos rodean... Siguiendo esa pauta, tenemos la suerte, de vez en cuando, de cruzarnos con ese tipo de personas que "marcan" más, por su alegría de vivir, por su forma de ser, sentir y ver la vida... yo no conocí a bull, pero viendo la avalancha de gente a su alrededor, me apena decir que no me ha dado tiempo de conocer a una de esas personas que estoy convencido, me habría enseñado mucho sobre la vida, y sobre la forma de vivir...
No obstante, en la gente que le rodeó vive su ejemplo, viven sus anécdotas y el reflejo de su forma de pensar, de su campaña para no regalar animales en navidad, de su sentido del humor y habilidad para trucar fotos, cosas, hechos y recuerdos, que yo conozco a través de aquellos que le conocieron a él. La gente como Bull no muere del todo, pues nunca fueron indiferentes, ni pasaron inadvertidos...
Lamento que el tiempo y una enfermedad me hayan impedido cambiar con él, impresiones, y bromas...pero hay algo que ya ha hecho, en mi, ya hay un nuevo ejemplo, en mi ya ha influido.
Las despedidas, y más en estos casos, se nos suelen dar muy mal, así que mejor nos la ahorramos...sigue adelante Bull, vive en aquellos a quienes has marcado y enseñado más...y nosotros viviremos contigo.