19 enero 2006

Más vale tarde que nunca

Siento el retraso, pero Bulldog mejor que nadie sabe que ha sido involuntario.
Desde allá arriba nos habrá visto a todos estas Navidades, con pena porque pasar una Navidad sin la familia, pese a que en Solo en casa pueda parecer divertido, tiene que ser una puñeta, aunque la pases con el Gran Jefe y el resto de la Tropa Celestial, pero la santa es la santa y los perros... ¡Ay los perros...! Los mejores amigos del hombre y Bulldog era una especie de híbrido, una rara canis -con perdón por la expresión-, fiel como un perro y hombre de bien. Nunca pensé que un bulldog fuera a resultarme simpático, pero desde que empecé a ver el avatar de Bull y a tratarle me empezó a parecer un bicho muy entrañable.

Él era entrañable e hizo que para mí el foro fuera más que un sitio de debate político. Era como un bar donde charlar con los colegas y Bull era el colega que siempre te encontrabas en la barra, con la caña y los calamares, con un montón de cosas que contar, no es que fuera un abuelo Cebolleta, es que podía convertir un simple comentario en una anécdota, tenía respuesta para todo y además sospecho que no hubo un hilo en el que no participase. Vamos, que le gustaba meterse por todas partes, como moderador era su obligación, como participante disfrutaba como un marranillo en un charco.

Confieso públicamente que yo cuando andaba aburrido y estaba hasta el gorro de las ZoPenqueces y no quería comentar nada de política me ponía a buscarle. Iba a los hilos donde él escribía y ponía algún comentario detrás, en plan divertido, esperaba a que él me contestara y volvía a atacar con alguna maldad. Como tenía un sentido del humor envidiable había hilos de tirarse por el suelo, solían ser los menos relevantes, pero cuando cerraba la ventana o volvía a las obligaciones me iba con esa cara de felicidad que tienen los que han pasado un rato divertidísimo.
Creo que muchos hacían algo parecido porque nos lo pasábamos teta, con perdón, y teníamos en la cabeza que el ZoPenco y su caterva jamás podrían quitarnos la risa y el buen humor.

Alguna vez que entró una moza nueva en el foro en seguida la avisaba de "un florero andante" que acudiría a darle la bienvenida y echarle piropos. Me lo imaginaba esperando a ver la respuesta y casi que me hacía más gracia eso que saludar a la nueva forera.
También me mandaba privados avisándome de alguna falta que se me colaba y "se metía" mucho conmigo y una vez hasta me hizo una pregunta sobre un latinajo, como si estuviera interesadísimo, mantuvimos 3 ó 4 intercambios de preguntas y respuestas. Lo hizo sólo para fastidiar, él mismo me lo reconoció, y yo reconozco que lo mandé a esparragar. Pero los dos lo hicimos con talante ¿eeeeh?


No sé dónde leí un piropo amistoso muy bonito "pensé que habías muerto porque he oído hablar muy bien de ti". Es curioso, pero siempre pasa igual y además no aprendemos.

Como tengo el honor y el privilegio de conocer en persona a prácticamente todos los que te han escrito aquí, querido Bull, voy a tratar de enmendar ese error humano y a mandarles a través de ti un abrazo sincero y si alguien me pregunta por alguno hablaré cojonudamente de él o ella, como se merece, como te merecías tú. Porque más vale tarde que nunca, para todo, en esta vida.